
En una época en la que las tecnologías de IA avanzan rápidamente, tiene sentido utilizar la inteligencia artificial incluso para tareas aparentemente sencillas, como la captura de fotos de los empleados. Numerosas herramientas prometen mejorar las imágenes automáticamente: los rostros se suavizan, los colores son más vivos, los fondos se sustituyen profesionalmente. Pero especialmente cuando estas fotos se utilizan para tarjetas de identificación de empleados se van a utilizar para las tarjetas de identificación de los empleados, se recomienda precaución. Porque lo que queda bien no siempre es legal y técnicamente admisible. En muchos casos, el uso de IA para mejorar o cambiar las fotos de los carnés de identidad no está permitido, y a menudo es incluso arriesgado.
Las tarjetas de identificación de los empleados no sólo cumplen una función decorativa, sino también de seguridad. Se utilizan para la identificación visual, están vinculadas a controles de acceso o incluso tienen que poder analizarse biométricamente. Para este tipo de aplicaciones se aplican requisitos estrictos, sobre todo cuando las empresas se guían por las normas internacionales de la normas de la OACI internacionales. Éstas definen directrices claras para las fotos de identificación: La imagen debe reflejar el estado actual de la persona de forma realista y sin distorsiones. Las manipulaciones de IA que cambian las proporciones faciales, alisan la piel, aclaran los dientes o incluso sustituyen elementos contradicen claramente estos requisitos.
El uso de la IA para el tratamiento de imágenes también es problemático desde el punto de vista de la protección de datos. Las fotos de retratos son datos personales -y si se analizan o modifican características biométricas, incluso datos especialmente sensibles en el sentido del GDPR. Si la foto de un empleado es procesada por una herramienta de IA, a menudo no es posible rastrearla de forma transparente. Muchos de los sistemas utilizados se basan en la nube y almacenan las fotos temporal o permanentemente en servidores fuera de la UE o Suiza, sin un control claro sobre su uso posterior o eliminación. Las empresas que utilizan este tipo de herramientas corren el riesgo de infringir la legislación aplicable en materia de protección de datos, especialmente si el interesado no ha dado su consentimiento expreso.
Tampoco hay que subestimar los componentes psicológicos y de seguridad: una foto de carné no sólo debe ser funcional, sino también generar confianza. Si la imagen del documento de identidad difiere mucho de la apariencia real -porque una IA la ha "embellecido" o alterado-, la credibilidad se resiente. Esto puede dar lugar a malentendidos con el personal de recepción, los servicios de seguridad o en el trato diario con los compañeros. Además, los sistemas automatizados de acceso -especialmente con reconocimiento facial- pueden fallar si la imagen almacenada no se corresponde con la persona real.
Herramientas modernas como Photo Collect no se basan deliberadamente en la modificación de imágenes, sino en la validación inteligente. Esto significa que cada foto cargada se comprueba automáticamente: reconocimiento facial, dirección de visión, exposición, fondo y calidad técnica, entre otras cosas. Si la imagen no cumple los criterios definidos, no se modifica, sino que se solicita una nueva imagen. Esto significa que el control sigue en manos de la persona, no de una caja negra de inteligencia artificial. Las empresas conservan la soberanía sobre el proceso y, al mismo tiempo, cumplen todos los requisitos de protección de datos, seguridad y calidad de imagen. Más información.
Lo que puede parecer sensato en las redes sociales y las campañas de marketing no tiene cabida en el contexto de las fotos de los empleados para los carnés de identidad: la IA no debe utilizarse para cambiar u "optimizar" la apariencia. Si quiere ir sobre seguro desde el punto de vista legal, técnico y ético, necesita una solución que se base en imágenes reales, procesos válidos y normas claras. Photo Collect ofrece exactamente eso: captura fotográfica compatible con la protección de datos y asistida por IA que no cambia, sino que comprueba: de forma eficiente, segura y trazable en todo momento.